VIEJOS MALDITOS

Elías, un anciano de 80 años, acaba de perder a su esposa y vive sumido en la tristeza y la oscuridad. En este momento de su vida, Elías está en una racha de mala suerte. Además de enviudar, le cortan los servicios básicos como el agua y la energía eléctrica. En un asalto, le roban la pensión del mes, que es lo único que tiene, pues en la enfermedad de su esposa se fueron todos sus ahorros. El único contacto que tiene con su hijo José es por teléfono, y este intenta convencerlo de vender la casa y mudarse a un asilo, donde, dice José, tendrá mejor atención y no estará solo.
Para colmo de males, al vecindario llega la inesperada visita de un gato roñoso, cuyas peleas nocturnas no los dejan dormir. Es un fastidio especialmente para Elías, que detesta las mascotas. Con la llegada del felino, llega el caos al vecindario; el gato entra a las casas, destruye y ensucia.
En este vecindario rural de ancianos, de casas adosadas, los vecinos más cercanos de Elías son Rogelio, un exmilitar recio, de carácter fuerte, divorciado y que vive solo y Aidé, una mujer chismosa que cuida de su preciado jardín. Con Rogelio parece que hay una amistad de años, pero por el momento que atraviesa Elías, esta amistad se ha enfriado. Por la mala racha de dinero y ante los reclamos de su empleada de que le pague los últimos meses de servicio, Elías pide a Rogelio que le pague las deudas de las apuestas del juego de naipes que acostumbraban a jugar. Rogelio acusa a Elías de hacer trampa y se niega a pagar.
Además de la tristeza y soledad, Elías no puede dormir por las constantes peleas del gato roñoso, que lucha todas las noches, haciéndole la vida insoportable. Desesperado, Elías está dispuesto a acabar con la molestia de una vez por todas…
Así, la película nos sumerge en una trama que explora la fragilidad humana, la soledad y la búsqueda desesperada de control en medio del caos, todo mientras se entrelazan los destinos de personajes que, a pesar de sus diferencias, encuentran en la adversidad un reflejo de sus propias luchas internas.